Tenemos que obligar a la realidad a que responda a nuestros sueños, hay
que seguir soñando hasta abolir la falsa frontera de los ilusorio y lo
tangible, hasta realizarnos y descubrir que el paraíso perdido
esta ahí, a la vuelta de la esquina. Que las palabras nos completen.
Esta frase
la escribió Julio Cortázar, es extraño que haya colocado una frase
al principio del post, por lo general lo hubiera puesto al final de
este, pero en realidad, tuve un bloqueo momentáneo, tenía el titulo para esta
entrada, pero me faltaba la inspiración para poder fluir ya que me
encontraba estancada; y ¡PUM! ¿Qué creen? Vi esa frase de Julio Cortázar
y vino a mí, gracias Cortázar.
Lo se, lo
sé, y lo sé, nunca me cansare de admitirlo, yo y
mis títulos excéntricos para una entrada, pero
he aquí el punto de mi peculiar y poco común título.
¿Nunca les ha
pasado que se ponen a observar cosas viejas que aun conserven? Como una foto,
una carta, o alguna flor que haya guardado ocasionalmente en un libro, un aroma
o alguna tonta palabra que tú y tu amigo solo entienden escrita en un diminuto
pedazo de papel. En ocasiones cuando observamos ese tipo de cosas, que para
muchos son insignificantes pero para nosotros se convierte en un todo
es increíble los recuerdos que despierta en nosotros.
La manera en la que hacen que nuestra
mente viaje instantáneamente a ese preciso momento en donde
ocurrieron los hechos, despertar todas aquellas emociones que sentiste, todos
aquellos recuerdos, que reviven cual fénix de sus cenizas, poder
precisar tan solo con tu mente cada detalle del momento, cada palabra, silaba y
vocal que fue pronunciada, cada olor, sensación, y hasta cada mirada
realizada.
Poder recrear todo aquello con tu mente
con tan solo ver ese simple objeto que lo revive todo. Resulta impresionante la
manera en la cual un libro, una flor, un paisaje, un atardecer,
una canción, una frase, una película, o hasta la misma playa puede
narrar aquellas historias de nuestras vidas que solamente las sabemos nosotros,
que se presentan de manera fugaz en nuestra mente sin
obviar ningún tipo de detalle realizado. Fragmentos de nuestras vidas
que ahora prenden del hilo de los recuerdos en la línea espacio tiempo,
acompañados por los recuerdos de los demás.
Y... ¿Que seria de nuestras vidas sin esas
cosas u objetos? Aquellos que narran nuestras vivencias, esos que reviven
momentos los cuales se volverán lagunas mentales pero que quedaran en nuestra
subconsciente para luego ser revividos con tan solo una mirada y para ser
preservados en la posteridad.
Por eso es totalmente importante conservar
aquellas diminutas cosas que en el momento nos parecerán estúpidas, pero que
para un futuro, llegaran a representar un todo, un gran momento, una gran
experiencia, el cual sera nuestro mejor recuerdo. Ya que esas pequeñas cosas;
serán narradores de historias. :)
Ahora si mis queridos lectores puedo dar
la explicación de mi desaparición de casi dos semanas. Lo que ocurrió fue
que... ¡ME RAPTARON LOS ALIENS! No mentira, no escribí estos últimos tres días
que me correspondían debido a que mi Internet es del asco (Este es el cuento de
nunca acabar), #CantvEsElAsco #CantvEsSendaLacra. Lo importante es que pude escribir
este post, antes de que terminara el domingo. Nos vemos el viernes si es que a
mi Internet no le da el ataque de epilepsia. Arrivederci ragazzi.
every little thing you do is magic
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