Porque aquí, siempre habrá yogurt.
La pagina donde el Yogurt se convierte en una caja de pandora.

sábado, 28 de mayo de 2016

Veneno

Me sentare en la oscuridad a ver como el mundo pasa aunque no vea nada. Caminare descalza para sentir el suelo aunque no sienta nada, escribiré a la nada ya que nadie me lee, gritare al vació porque solo el vació me escucha.

Estaré aquí hasta que no quede nadie en el mundo, hasta poder salir y recorrer las calles vacías, solas e inhóspitas, como si cada día fuera igual a la soledad de la madrugada. Dejare que la sociedad me consuma, que se inyecte como un veneno a mi torrente sanguíneo. Que recorra mi ser desde sus adentros, infectando mis venas hasta llegar a lo mas recóndito de mi, que pudra mis adentros llenando mis órganos de escoria.

Me acostare aquí, aquí en el gélido piso aunque mi piel no pueda percibir ninguna sensación, sangrare, sangrare como si mi existencia en este vació dependiera de ello, Dejare esto por aquí, para que alguien se digne a leer lo que en este momento mi mente piensa, la sangre es nuestra tinta, tomare tu mano y mi tinta fluirá, escribirá sobre tu piel y la mía lo que temo callar, diré a través de mis mejillas lo que mi corazón expresa y en un fugaz suspiro emanare todo aquello que mi mano esta transmitiendo a tu ser. Esto a la vez es para todos, y a la vez para nadie, para ser leído e ignorado, para guardarlo en tu mente o echarlo al olvido, ya que el olvido recoge todo aquello que ya no recuerdas.

Levantare mi dedo al aire y escribiré palabras al viento para que en una suave brisa todo aquello que temía decir llegue a tu oído, escribiré en espiral para que tu mirada se retuerza descubriendo todo aquello que mi mente calla y mis letras expresan. La pesada tinta sera absorbida por el papel, palpara todo aquello que pienso, todo aquello que involuntariamente mi mano escribe, que la tinta lo diga, que grite todo eso que nadie ve y yo observo detenidamente, que el papel sea testigo de mis penas, me levantare de esta oscuridad, saldré al mundo a contemplar la falsedad de las personas, a ver como las mas cálidas palabras salen de sus sucias bocas y en un suave aliento el sonido de sus mentiras infecte mis oídos. Saldré, saldré a pudrirme con la sociedad, tocare las paredes para que me revelen los secretos que por años han escondido, me dañare con la presencia de la gente, me quemaran como veneno.

Subiré a lo mas alto de un edificio y los contemplare a todos como hormigas, diminutas hormigas a mi merced, pero no, me levantare al borde del precipicio, abriré mis brazos y recibiré al viento, gritare incoherencias y susurrare verdades, me lanzare al vació y me estrellare contra el pavimento y justamente cuando mi rostro se encuentre a centímetros del suelo... ¡Despertare! Me encontrare de nuevo en el vacío, acostada en el suelo, sin sentir nada.   

Saldré, veré las calles vacías como siempre lo desee, solo quedara el recuerdo de cuando la gente me molestaba con su presencia. Escribiré en el banco de un parque todo lo que pienso, escribiré de todo y a la vez no diré nada, llenare cada rincón de este objeto con palabras sin sentido, y cuando mi tarea se encuentre finalizada, me sentare en la grama a esperar una dulce compañía, observando a los pulmones del mundo, los arboles, viendo el atardecer que le da paso a la noche, esperando al fin del mundo. Quizás los dos esperemos la frase deseada, quizás los dos la tengamos ahogada en el pecho, quizás los dos no podemos decirla por miedo a que piense el otro, o quizás, solo sea yo.

Arrivederci ragazzi.

domingo, 1 de mayo de 2016

Vertigo

Al borde del abismo me encuentro, no se que hacer, ni a donde ir, me debato entre saltar o no, voces internas hay en mi mente pero ninguna me dice que hacer, las ignoro, pienso, pienso que me duele tu ausencia, me duele tu intermitencia, no te quedas ni te vas, me duele tu silencio, tu indiferencia, admiro el abismo, la caída, aun medito si saltar o no, pensamientos pasan fugazmente por mi cabeza.

Todo a mi alrededor se derrumba, se desmorona, se rompe y se destruye. Visualizo el horizonte se ve tan calmado, taciturno, todo lo contrario a mi interior. Ira, odio y frustración, todo eso se une para formar un solo sentimiento, un sentimiento que quema, quema cual ácido a mi piel, destruyendo cada tejido de mi cuerpo.

Grito, grito tres veces tu nombre contra el firmamento a todo pulmón estrellando las palabras contra la nada. Cierro los ojos y respiro profundamente, vuelvo a observar el abismo, coloco mis pies al borde de este, mi mente piensa que saltar es una ridícula idea, yo concuerdo con ella, pero mi cuerpo no lo cree así, el quiere saltar, lo desea con todas su fuerzas, con cada poro de su piel, con cada musculo de su ser, pide saltar a gritos.

Pero no, no decido hacerlo, saltar es algo totalmente absurdo, suspiro, agradezco a mi cuerpo por no haber hecho tan estúpido acto. Me siento en la piedra que se encuentra al borde del abismo, mis pies cuelgan sobre el vacío.

Respiro hondo, dejo que aire purifique mis pulmones, mi mente, y oxigene todo mi ser. Dejo que la suave brisa acaricie mi piel, observo el maravilloso espectáculo que se forma ante mis ojos, el sol posándose sobre las montañas, las nubes uniéndose entre si y esos múltiples colores que se mezclan para formar esa extraña tonalidad  naranja con toques de rosado.

Admiro como el mundo pasa frente a mis ojos, como la vida se va en simple aliento, como si la muerte se alimentara de ellos. Suspiro, todo se encuentra tan tranquilo, silencioso, es impresionante como algo tan sombrío como lo es un abismo se ha vuelto para mi un lugar tan sublime.Mi mirada se pierde con el horizonte, con ese gran final imaginario el cual parece el fin del mundo, cierro los ojos y te imagino, desearía que estuvieses aquí conmigo contemplando tal maravilla, pero no, todo no puede ser tan grandioso, me quedare aquí hasta el fin de nuestras vidas  y hasta el inicio de las otras, hasta poder ser una con el abismo.

Solo me queda sonreír y disfrutar todas las sensaciones que este entorno me hace sentir, esperar a la fría noche para que me complete hasta volvernos un solo ser, hasta que no quede una sola alma y que en el amanecer lo único que retumbe sean mis pensamientos contra el alba. Me siento el único habitante en este mundo, aquí, en el abismo, aquí en la nada.

Arrivederci ragazzi.