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domingo, 28 de febrero de 2016

Salpicadura

Salpicadura... ¿Que es una salpicadura en si? Son ese grupo de manchas que de repente pueden dejar su marca en cualquier superficie, manchandolo todo a su paso, eso si decides limpiarlo.

Mi punto es que las personas (a mi perspectiva) somos salpicaduras. Salpicaduras que de un momento a otro podemos llegar a la vida de las personas, cual mancha, y ellas son las que pueden decidir si limpiarla o mantenerla ahí, consigo, comtemplandola, compartiendo con ella. En ocasiones las salpicaduras deciden irse por si solas, ya que ven que no son deseadas.

Todos y cada uno de nosotros hemos tenido salpicaduras en nuestras vidas, personas andantes que van cual anima dejando sus huellas de manera positiva o negativa en nosotros.

Solo tu decides quien permanece o quien se va, a que salpicadura lavar, o a cual dejar en ti, que siga en tu piel, manchándote, estando contigo, decorando tu piel, ahí taciturna. Pero también esta el caso de que la salpicadura se puede ir, y es ahí cuando tienes dos caminos; o aprender de ella, o lamentarse de su partida.

Nunca sabemos si una salpicadura volverá, o si vendrán nuevas para acompañarte, el hecho esta en las salpicaduras que se mantiene  contigo, las que están contigo en cada batalla, en las alegrías y las desgracias, aquellas que llegan a ser parte de tu ser y tu llegas a ser parte de ellas.

Aquellas salpicaduras que permanecen en ti son las mejores, no quiero decir que las que se van no lo fueron. Lo que quiero decir es que esas salpicaduras que se fueron, nos han dejado una lección, y lo maravilloso de eso es que le dieron paso a las salpicaduras que valen la pena, esas, que se quedan ahí contigo por siempre, cual tatuajes, son permanentes, te acompañan en cada momento de tu vida.

Mayormente las salpicaduras son pasajeras, van y vienen como si fueran una picada de mosquito, una gran calada de tu cigarro llamado vida, posteriormente disipando el denso humo que has expulsado, viendo como desaparece instantáneamente ante tus ojos los cuales se quedan embelesados, observando tan sencillo pero a la vez maravilloso espectáculo.

Así son las personas señores, viajeros andantes que van de vida en vida, algunos permanecen, otros se van dejándonos  marcas las cuales sanaran y estas a su vez nos darán grandes lecciones.

Veamoslo del siguiente modo pensemos que nuestra vida es un gran y hermoso hotel, o no mejor dicho, nosotros, nosotros lo somos, UN GRAN Y MAGNIFICO HOTEL DE CINCO ESTRELLAS, en la cual llegan inquilinos, ellos son los que decidirán si quedarse o no, nosotros no podemos jalar u obligar a una persona a que se quede, si ellas se quieren ir, DEMONIOS, que se vayan. También esta el lado en que hay inquilinos que no encajan en tu hotel, ahí es donde tu decides sacarlos, vaya, y no es porque seas mala persona, nadie quiere que dañen su hotel, pero vamos, TU ERES EL DUEÑO, tu también puedes decidir a quien sacar, pero a pesar de esto; no puedes decidir quien se queda, ya que eres dueño de TU HOTEL, no del inquilino, el es pasajero, cual gripe o alergia que te da a causa del polvo. Al punto que quiero llegar es que de eso se trata la vida hay cosas, personas, relaciones, circunstancias que son pasajeras.

Lo que de verdad debemos apreciar es aquello que se queda, a pesar de cualquier circunstancia, conservar eso que se queda, disfrutar con ellos, conservar cual tesoro esas, salpicaduras...

Lo se, lo se, me perdí las ultimas tres semanas, tengo justificación de ello, y esa bella y hermosa justificación se llama *hace redoble de tambores* ¡EXÁMENES! ¡TESIS! ¡ESTRÉS!, pero, pero, siempre hay un pero (este es positivo), tenia el titulo des esta entrada desde hace tiempo, lo único que faltaba era drenar todas las ideas cual río fluyendo a favor de la corriente. Entonces hasta el viernes de fiesta con la próxima entrada. Arrivederci ragazzi.




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